Cuenca
Joya medieval Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO
Una ciudad que fusiona arte, naturaleza y patrimonio en un enclave único
El 6 de diciembre de 1996, Cuenca fue nombrada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO
El 6 de diciembre de 1996, Cuenca fue nombrada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, gracias a la excelente preservación de su paisaje urbano original, fortaleza medieval y su rica colección de arquitectura civil y religiosa desde los siglos XII al XVIII.
A esto se añade que la ciudad presenta una personalidad excepcional al estar perfectamente integrada en el maravilloso paisaje natural que la rodea.
El rasgo más destacado de la ciudad es su belleza que surge, por un lado, de la armonía entre naturaleza y espacio arquitectónico y por otro de su larga trayectoria histórica que nos ha dejado un importante legado cultural y monumental.
La imagen más emblemática de la ciudad es la de sus Casas Colgadas, cuyos balcones de madera y ventanas enrejadas se asoman a la hoz del río Huécar. Detrás de estas se abre el barrio antiguo de Cuenca cuyas calles estrechas confluyen en la Plaza Mayor en la que, junto a mesones tradicionales, se reúnen la Catedral, el Museo Diocesano y el Ayuntamiento de la ciudad.
Aquí abrió el primer museo de arte abstracto de España en 1966 de la mano de Fernando Zóbel. Fue toda una revolución, pues en aquel momento no había ningún otro espacio en nuestro país dedicado al arte contemporáneo.










Los top 10 de Cuenca
Casas Colgadas
El icono suspendido sobre el abismo del Huécar
De origen gótico popular, las Casas Colgadas, que no colgantes, son uno de los símbolos más característicos de Cuenca, una de las ciudades más bonitas de España. A lo largo de su historia han sido utilizadas como viviendas de uso particular y casa consistorial.
Hoy en día acogen el interesante Museo Nacional de Arte Abstracto, sin duda, una de las mejores que ver en Cuenca. El aspecto actual de las Casas Colgadas se debe a la última gran remodelación por la que pasaron en el año 1966.
Catedral de Santa María y San Julián
La primera catedral gótica de Castilla, con alma inacabada y belleza singular
Su sorprendente catedral es uno de los monumentos más importantes que ver en Cuenca. A pesar de que nunca llegó a estar totalmente terminada, esconde en su interior varias características que la hacen única y la convierten en una de las catedrales más bonitas de España. Fue la primera catedral gótica de Castilla, junto a la de Ávila. Su fachada actual fue levantada en el siglo XIX tras la destrucción de la fachada original.
Plaza Mayor
Corazón vibrante de Cuenca y escenario de tradición y fe
La Plaza Mayor de Cuenca es uno de los centros neurálgicos de la ciudad. En los arcos que dan entrada a ella se encuentra el ayuntamiento de la ciudad y en uno de sus laterales se sitúa la Catedral. Además, por ella transcurren las fiestas más importantes de la ciudad: las procesiones de su Semana Santa, declarada de Interés Turístico Internacional, y las fiestas de San Mateo. Sin duda, la Plaza Mayor de Cuenca es una de las plazas más bonitas de España.
Paseo por la Hoz del Huécar
Un cañón natural que envuelve historia, arte y silencio
El casco histórico de Cuenca está situado entre las hoces de dos ríos. Uno de ellos es el Huécar. Su hoz se puede considerar un monumento más de la ciudad y otra de las maravillas que ver en Cuenca. Se trata de un espectacular cañón al que se asoman las Casas Colgadas y en el que también podemos encontrar el Puente y Convento de San Pablo, actual parador de turismo. Una de sus paredes de roca sirvió durante siglos de muralla natural a la ciudad.
Cruzar el Puente de San Pablo
Un paso de vértigo hacia la mejor vista de Cuenca
No apto para personas con vértigo, este puente une los dos lados de la hoz del Huécar. Permite cruzar desde cerca de las Casas Colgadas, hasta el otro lateral de la hoz, cerca del Parador de Cuenca. Desde él disfrutarás de unas fantásticas vistas de toda la hoz y verás la perspectiva más típica y fotografiada de las Casas Colgadas. ¿Te atreves a cruzarlo?
Museo de Arte Abstracto Español
Donde el arte moderno encontró hogar entre muros medievales
El Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca alberga y exhibe de forma permanente una colección de pinturas y esculturas de artistas españoles de la generación abstracta de los años 50 y 60, que configuraron algunas de las tendencias más significativas del arte en España a mediados del siglo XX. El museo abrió sus puertas el 1 de julio de 1966, fruto de la iniciativa de Fernando Zóbel (Manila, 1924–Roma, 1984), quien en 1980 donó su colección a la Fundación Juan March. Desde entonces esta institución la ha incrementado y completado con sus fondos propios y mediante la adquisición de nuevas obras.
Calle Alfonso VIII
Color y verticalidad en la arteria más pintoresca de la ciudad
Es una de las calles más típicas y otro de los imprescindibles que ver en Cuenca. Casas estrechas, altas y pintadas de colores llamativos dan lugar a una de las estampas más populares de la ciudad. Esta calle termina en la Anteplaza de la Plaza Mayor, junto al ayuntamiento.
Barrio del Castillo
El mirador perfecto hacia la naturaleza monumental de Cuenca
Se trata del barrio más alto de la ciudad. En él estaba situado el castillo, del que poco se conserva actualmente. Desde esta zona se tiene una vista general de las dos hoces entre las que se levanta la ciudad y descubrimos el maravilloso enclave natural en el que está situada Cuenca. Sin duda, el mejor sitio para darse cuenta de que la propia naturaleza es uno de los monumentos más importantes de Cuenca.
Convento de las Carmelitas Descalzas
Una joya barroca convertida en espacio para el arte contemporáneo
Edificado en el siglo XVII para sede de una comunidad de carmelitas descalzas, se trata de una de las más originales y hermosas casonas de Cuenca. De traza absolutamente irregular, hay que distinguir en ella la parte conventual, la Casa de la Demandera y la Iglesia. Adquirido por la Diputación de Cuenca, ha sido restaurado por completo, albergando actualmente la sede del Centro de Arte Contemporáneo Fundación Antonio Pérez.
Plaza y Torre de Mangana
Testigo de culturas y reloj eterno sobre la ciudad vieja
Espacio que en otros tiempos constituyó la alcazaba árabe, después el barrio judío y más adelante una zona de casas solariegas de la nobleza castellana. En la actualidad es una espléndida plaza pública que integra los restos musealizados de una parte de la traza del palacio andalusí, de la sinagoga judía y de la iglesia de Santa María de Gracia. Destaca la Torre de Mangana, reloj de la ciudad desde el siglo XVI. En este enclave se encuentran dos miradores desde los que se puede disfrutar de esplendidas perspectivas de la ciudad antigua y de la expansión de la ciudad nueva.
“Hay en Cuenca una armonía entre lo natural y lo humano que no se encuentra en muchas partes del mundo.”
— Fernando Zóbel
Pintor y fundador del Museo de Arte Abstracto Español en Cuenca.
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